El evangelio y la Justicia de Dios
Esto es bastante lógico. ¿Cómo es posible que un ladrón de bancos pueda ser salvo? Si usted afirmara que Confucio puede ser salvo, eso podría ser lógico para estos chinos, pero ¿Qué acerca del ladrón de bancos? Yo les respondí del siguiente modo. Un ladrón de bancos debiera ser sentenciado a muerte. Pero este ladrón de bancos tiene un Salvador, y el Salvador murió por él. Este Salvador no solamente murió por él, sino que también restituyó todas las cosas que este ladrón había robado del banco. Ahora el juez tiene que perdonar al ladrón. ¿No es esto justo?
Esto no solamente es la justicia, sino también el derecho proclamado por el veredicto del juez en un tribunal. Mi explicación sirvió para convencer a estos chinos con una mente tan lógica. Ellos se convencieron de que el Dios que predico es un Dios justo, un Dios recto, un Dios que juzga con justicia.
(Libro: Estudio-Vida de Isaías – El mensaje: 46)