Someternos al Señor
Si usted aprende a ponerse en contacto con el Señor de manera correcta, no será usted quien se someta, sino el Señor. “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gá. 2:20). Ya no vivo yo mas vive Cristo como la vida de sumisión.
No es necesario que me esfuerce ni luche tomando la decisión de someternos al Señor, simplemente necesito comer al Señor. Hay una gracia interna que nos ministra esta sumisión cuando sea necesario. Después de que oremos correctamente para tocar al Señor y disfrutarle como nuestra vida de sumisión, espontánea y voluntariamente sin darnos cuenta nos someteremos con gozo, alegría y regocijo..