Saturados de Cristo
Un buen ejemplo en cuanto a ser saturados y empapados es la preparación del té. Para preparar el té, ponemos una bolsita de té dentro de una taza con agua caliente. Gradualmente, el té satura el agua hasta que ésta llega a ser agua-té. Ya no la llamamos agua, sino té. Realmente hay más agua que té, pero el agua ha sido saturada por el té y con el té; dicha saturación hace que el agua llegue a ser té.
Cuando se pone el té en el agua, la esencia, aroma y sabor del té se mezclen con el agua por lo que el agua es “teificada”; Asimismo, cuando Cristo entra en nosotros y nos satura, somos “cristificados”. Cristo como Espíritu vivificante nos satura hasta cristificarnos. Cristo en usted continuamente está haciendo algo para mezclarse con usted y hacerlo Cristo. Yo llamaría a esta mezcla “Cristificación”. Éste es un buen ejemplo de cómo Dios se imparte en nosotros para Cristificarnos.
– Libros: En cuanto al recobro del Señor – La Impartición divina de la Trinidad Divina,