Los números en la Biblia
El número uno representa al Dios único, el creador, y a una unidad completa.
El número dos representa confirmación, testimonio y coordinación.
El número tres hace alusión al Dios Triuno como el Padre, el Hijo y el Espíritu. Como también sabemos representa a la resurrección la cual se produjo en el tercer día. Por tanto el numero tres representa al Dios Triuno en resurrección cuyo fin es impartirse e infundirse en las personas.
El número cuatro simboliza a las criaturas, Puesto que la creación es representada ante Dios por los cuatro seres vivientes (Ap. 4:6-9), el número cuatro representa a los seres vivos, especialmente al hombre
El número cinco representa responsabilidad. Cuando el uno (Dios) es añadido al cuatro (El hombre) tenemos la capacidad de llevar responsabilidad. Entonces el hombre llega a ser representado por el número cinco.
El siete significa perfección y también designa compleción en la obra de Dios; por ejemplo: los siete días de la creación (Gn. 1:31; 2:1-3) y los siete sellos (Ap. 5:5), las siete trompetas (Ap. 8:2) las siete copas (Ap. 15:7) las siete iglesias. Etc... El número siete tiene como finalidad el mover de Dios en su consumación.
En la Biblia el número siete se compone de seis más uno, por ejemplo, seis días más un día equivalen a una semana; Puesto que todas las cosas fueron creadas en seis días, el número seis representa la creación, especialmente el hombre, quien fue creado en el sexto día; y puesto que Dios usó un solo día para descansar, el séptimo día, fue la conclusión de los seis días, el número uno representa al único Creador. Por consiguiente, seis más uno significa que todas las cosas fueron creadas para Dios, para el cumplimiento de Su propósito.
El siete se compone de tres más cuatro, Seis más uno se ve en la vieja creación, mientras que tres más cuatro se ve en la nueva creación, la iglesia. El único Creador, Dios, es triuno, simbolizado por el número tres y el cuatro representa al hombre. Por lo tanto, tres más cuatro significa que Dios es añadido al hombre creado, para que así Su propósito se cumpla.
El ocho es el número de la resurrección. El siete denota un ciclo, y el ocho es el número siguiente. El Señor resucitó al octavo día. El ocho está compuesto de cuatro veces dos. El número cuatro representa a los seres creados, y el número dos representa el testimonio. Por tanto, aquí tenemos los seres creados en resurrección para constituir un testimonio.
La suma de los números tres y cinco aluden a la mezcla del Dios Triuno con el hombre. ¿Qué es el edificio de Dios? El edificio de Dios consiste simplemente en que El se edifica en nosotros, y nosotros somos edificados en El, quedando así unidos. Por tanto, en el arca los números fundamentales tres y cinco significan que este edificio es la mezcla de Dios con el hombre.
El nueve, compuesto de tres veces tres, representa al Dios Triuno en resurrección.
El diez representa plenitud o compleción, especialmente en relación con el hombre, la perfección humana. o el vivir humano completo. Al considerar nuestros veinte dedos, tenemos la impresión de plenitud.
El doce también indica perfección, pero ésta es la perfección eterna. Doce es el número de perfección absoluta y de completamiento eterno en la administración de Dios. En el Antiguo Testamento Dios administró, gobernó por medio de las doce tribus. Las doce tribus fueron para que Dios llevara a cabo Su administración. En el Nuevo Testamento la predicación de los doce apóstoles fue para producir las iglesias, y las iglesias son el gobierno de Dios para la administración de Dios.
El número doce representa la administración gubernamental de Dios; toda la Nueva Jerusalén será la consumación de la administración de Dios. Esta es la razón por la cual el centro de la Nueva Jerusalén es el trono de Dios, el cual es principalmente para que Dios lleve a cabo Su administración gubernamental. Esta administración tiene doce puertas. Las puertas son para tener comunicación, es decir, para entrar y salir. Por lo cual, las “doce puertas” indican que en la Nueva Jerusalén la comunicación es absolutamente perfecta y eternamente completa para la administración de Dios.
El número doce de la Nueva Jerusalén no se obtiene por suma sino por multiplicación. Multiplicar es combinar o mezclar. El número doce es un número mezclado o combinado, producto de tres por cuatro. Esto quiere decir que toda la Nueva Jerusalén es una combinación, una mezcla, del Dios Triuno con nosotros los seres humanos. En Su administración eterna en la Nueva Jerusalén, Dios está mezclado con Su criatura, el hombre.
El número treinta en la Biblia se compone de dos maneras: de cinco veces seis y de tres veces diez. Cinco es el número de responsabilidad, y seis es el número de los pecadores. Por lo tanto, el treinta compuesto de cinco veces seis representa la responsabilidad por los pecadores. Cuando el Señor Jesús fue hecho pecado por nosotros, El llevó toda la responsabilidad de nosotros como pecadores. Sin embargo, cuando el número treinta se compone de tres veces diez, representa la vida de resurrección en lo completo del ser humano.
Tenemos dos números que significan perfección: siete y doce. El siete es la perfección divina y se aplica a nosotros hoy día. Tres más cuatro es simplemente Dios más el hombre, el Creador más la criatura. El doce también es la perfección divina, que es el producto de tres por cuatro es el Creador multiplicado por las criaturas. Esto significa que los dos se mezclan y esto se aplica a la eternidad. Lo interesante es que en el cielo nuevo y en la tierra nueva, el número siete no estará presente. La Nueva Jerusalén tiene doce puertas, doce fundamentos, el nombre de los doce apóstoles, doce clases de piedras preciosas y doce perlas. El muro de la ciudad mide ciento cuarenta y cuatro codos, que es el producto de multiplicar doce por doce. Todo ello permanecerá para siempre.
Hay una diferencia entre la adición y la multiplicación. En la multiplicación, Dios y el hombre ya no están separados. Hay unión entre el Dios creador y las criaturas, y esta unión es eterna. Así que, la perfección representada por el doce es una perfección eterna.
El número veinticinco significa no solamente madurez, sino también ser plenamente apto para sobrellevar responsabilidades.
Setenta. Puesto que siete representa la culminación y la perfección en el tiempo y diez la plenitud, setenta, es compuesto de siete por diez, representa la culminación y la perfección en el tiempo para la plena dispensación de Dios.
Ochenta es diez veces ocho. El número ocho representa resurrección, y el número diez representa plenitud. El número ochenta, por tanto, indica resurrección en plenitud. Además, el área de este edificio mide ocho mil codos cuadrados, esto es, cien veces ochenta; en otras palabras, es mil veces la resurrección.