Cristo como nuestro modelo
La palabra modelo [en 1 Pedro 2:21] ha sido arruinada debido al uso común. Literalmente, la palabra griega se refiere a
un patrón de escritura, un modelo que era colocado debajo de la hoja para ser calcado por los estudiantes que estaban
aprendiendo a escribir. En tiempos antiguos, los maestros escribían las letras modelo sobre el material usado como hoja, y
esas letras se convertían en el modelo original; entonces se ponía encima del original otro material sobre el cual los niños
practicaban su caligrafía calcando las letras del modelo original ... El Señor Jesús ha puesto Su vida delante de nosotros a
manera de modelo de escritura para que la copiemos al calcarla y seguir Sus pisadas. (La conclusión del Nuevo Testamento,
pág. 615)
Sin embargo, no es la intención de Dios que intentemos imitar a Cristo por nuestro propio esfuerzo. Sabemos por
experiencia que intentar imitar a Cristo no funciona. No podemos imitarlo. Lo que necesitamos no es imitación, sino
reproducción ... Externamente, Cristo es nuestro modelo, e internamente Él es nuestra persona, quien vive en nosotros, está
siendo formado en nosotros y hace Su hogar en nosotros. Mediante este proceso llegamos a ser una reproducción del
original, una reproducción de Cristo como nuestro modelo.