Las obras que Dios dispone
Aquí se nos dice que somos Su obra maestra, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Esta no es una experiencia especial sólo para unos cuantos cristianos, sino que debe ser la experiencia de todo el que ha sido salvo. Dios nos salva para
que hagamos el bien.
Hermanos y hermanas, ¿concuerdan nuestras buenas obras con lo que Dios dispuso o estamos siempre quejándonos al hacer el bien? Suponga que usted limpia el piso.
Es posible que mientras esté limpiando se queje de que sólo una o dos personas le ayudan y que las demás no lo hacen. Esto producirá jactancia o murmuración. Esto no es hacer el bien.
Toda buena
obra de un cristiano debe ir acompañada de un gozo que sobre abunda; no debemos ser avaros, jactanciosos ni egoístas, sino generosos y prontos para ayudar. Sería lamentable que sólo los mejores cristianos pudieran hacer el bien.
Dios dispuso que hacer el bien debe ser la experiencia de todo cristiano.