Amar genuinamente
Nosotros disfrutamos la naturaleza divina de este Dios amoroso. Esta es la razón por la que Juan nos dice en su primera Epístola que si amamos a nuestro hermano, quiere decir que hemos nacido de Dios, porque Dios es amor (1 Jn 4:7-8).
Cuando usted ama a otros genuinamente usted está disfrutando la naturaleza divina. Uno que no tiene a Dios o que no participa de la naturaleza divina de Dios, Verdaderamente no ama. No piense que la gente ama. Ellos son solamente cultos y se han entrenado para ser educados. Su bondad y amor es una especie de política. El amor genuino es el resultado del disfrute de la naturaleza divina.
Tal vez un supervisor o un jefe le diga algo a un empleado, de una manera afectuosa. A menos que lo que haya dicho sea un disfrute de la naturaleza divina, él está en realidad siendo político. Cuando llegue el momento de despedir al empleado, él no tendrá ningún problema. Solamente los que participan de la naturaleza divina aman a la gente de una manera genuina. A ellos no se les ha enseñado a amar a otros, sino que han llegado a ser amor hacia otros. Ellos son participantes del amor divino, el cual es la naturaleza misma de la esencia divina.
Nota del libro: La Economía Neotestamentaria de Dios. Cap. 30. Autor :W. Lee