Impartir a Cristo a otros

La manera apropiada de predicar el evangelio no consiste sólo en enseñar, sino en transfundir algo en las personas. Antes de hacerlo, necesito recibir algo del Señor y que proviene de Él. Luego, mientras predico, lo que he recibido del Señor entrará en los oyentes.... Cuando hablamos a las personas necesitamos ver que no le transmitimos una simple enseñanza sino la misma persona de Cristo que desea entrar en ellos. Aquel que predica el evangelio debe orar hasta que tenga algo celestial que cautive y esté completamente cargado del elemento divino. Este principio no solamente se aplica a la predicación del evangelio, sino también a otras modalidades de ministerio... Si su ministerio es apropiado, usted será cautivado y cautivará a otros cada vez que ministre. El ministerio apropiado tiene absolutamente que ver con el hecho de ser plenamente transfundidos con Dios mismo. Primero, nosotros mismos somos cargados con el elemento divino, y luego, en el ministerio, irradiamos ese elemento ...