La serpiente de Bronce
En Gn. 3 Satanás, la serpiente, inyectó su naturaleza en la carne del hombre. Cuando los hijos de Israel pecaron contra Dios, fueron mordidos por serpientes (Nm. 21:4-9). Dios le dijo a Moisés que levantara una serpiente de bronce para que el juicio de Dios cayera sobre la serpiente y no sobre ellos; de este modo todo aquel que mirara la serpiente viviría. Eso fue un tipo. En Juan 3:14 el Señor Jesús aplicó a Sí mismo ese tipo, dando a entender que en tanto que Él estuviera en la carne, tenía la “semejanza de carne de pecado” (Ro. 8:3), la cual equivale a la forma de la serpiente de bronce. La carne es “de pecado”, no obstante el Hijo de Dios se hizo carne (Jn. 1:14; He. 2:14; 1 Ti. 3:16). La serpiente de bronce tenía la forma de la serpiente, pero no tenía el veneno de ella. Cristo fue hecho en “semejanza de carne de pecado”, pero no participó en ningún aspecto del pecado de la carne (2 Co. 5:21; He. 4:15). Fue esta serpiente de bronce la que sobrellevó el juicio de Dios en...