Logos y rhema
Por ejemplo, tal vez mientras usted se encuentra teniendo comunión con otro hermano, algo en su interior le dice que deje de hablar. Esto es el rhema. Puede ser que usted esté pensando en algo que planea hacer hoy, pero de nuevo oye algo interiormente que le dice que no lo haga. Esto también es el rhema. No debemos hablar en términos imprecisos cuando hablamos de permanecer en Cristo y de que Cristo permanezca en nosotros. Debemos ser más precisos y entender que tenemos que prestar atención a dos tipos de palabras, la palabra externa y la palabra interna, es decir, la palabra contenida en las Escrituras, que está fuera de nosotros (Logos), y la palabra en nuestro espíritu, que está en nuestro interior (Rhema).